martes, 28 de junio de 2011

¿Pirómanos o Incendiarios?

Ayer a las 23:45 camino hacia Ourense, en la carretera, vi el comienzo de un incendio. Sentí algo de angustia, porque caí en cuenta que no sabía el teléfono de los bomberos o protección civil. Así que me sentí cómplice de algún incendiario suelto por ahí en la zona.

Con estos cambios de calor y vientos locos, estos pequeños personajes aprovechan para sacar la gasolina y cualquier cosa que produzca fuego de sus casas y prender todo a lo loco. Sinceramente en Galicia la mayoría de los incendios durante estos últimos días, según dicen los periodistas, han sido provocados. Me pregunto entonces que se hará con estos personajes que les gusta prenderle fuego a todo? Ahí viene mi gran duda: Si fuese un pirómano iría a la cárcel? o dirían pobre está mal de la cabeza mejor que vaya al psiquiatra? O, si por el contrario se le considera un incendiario entonces directo para el calabozo? Yo creo que cualquier ciudadano que comete tan grave crimen contra la naturaleza, debe ser castigado. Está poniendo en peligro lo nuestro.

Los pirómanos: según el DSM IV ( cada vez más mando al carajo esta listica de recetas diagnósticas para facilitarle la vida a quienes no son capaces de escuchar) están clasificados dentro del apartado "Trastorno de control de los impulsos no clasificados en otros apartados" ja ja ja claro es que ¿qué carajos es un PIRÓMANO?? NO clasificados? Obviamente, la costumbre de ponerle título a todo, pero con estos no pudieron que risa me da! Tiene hasta un número y todo! es el 312.33! buenísimo. Ó sea, le dices a la mamá del hijo pirómano: "Señora su hijo es pirómano, pero tranquila nunca irá a la cárcel, su diagnóstico es Piromanía y según los psiquiatras que se pusieron de acuerdo por allá arriba en EEUU para hacer el DSM IV, le han dejado el número 312.33! así que tranquila le damos ansiolíticos y algún antidepresivo de estos nuevos que vayan saliendo para tenerlo bien calmadito y todos contentos!"
Se supone que los pobres pirómanos sienten una fascinación, interés y curiosidad, por el fuego y por el contexto situacional que rodea el fugo, además presentan una gran activación y tensión antes del acto que es liberada tras ver como el fuego se lleva todo por delante.

Los Incendiarios: Estos son el personaje malo de la película, que lleva meses pensando en como prenderle fuego a alguien o a algo y joderlo todo. Algunos lo hacen con motivos específicos (políticas, revoluciones, guerras,) o como yo lo veo, lo hacen por simple maldad. Son el que tiene planeado a que hora sacar la gasolina y el mechero. Supongo que en los casos de incendios forestales, está ahí el incendiario viendo la tele, sobre todo muy interesado en la parte de meteorología, y claro se entera que el fin de semana suben las temperaturas hasta 40 Grados, que la zona está en alerta Roja y se le abren los ojos de felicidad, porque comienza la fiesta! Así que van, le prenden fuego a todo y reciben también placer o satisfacción personal con todo esto. Pero a nivel clínico, no, estos no son pirómanos y entonces si irían a la cárcel! Supongo que luego su abogado se inventa que el pobre es pirómano, que su patología está clasificada en el DSM IV y que pertenece a la categoría de "Trastorno de control de los impulsos no clasificados dentro de otros apartados" y que está en el número 312.33 diagnóstico de certeza PIRÓMANO. Así que al tipo lo mandan a psiquiatra le dan sus ansiolíticos y antidepresivos y ya queda arreglada la cosa. Me imagino con algunos de estos controles anuales en donde el psiquiatra está a tope de pacientes y el incendiario disfrazado de pirómano, recibe su antidepresivo, (algún inhibidor de la recaptación de serotonina o algo mas moderno un dual o algo así) y su ansiolítico, probablemente sale se toma 3 ansiolíticos y el resto lo vende en el mercado negro, por una buena cantidad de dinero.

II

Mientras tanto toda esta gente mal diagnosticada, anda por ahí suelta incendiando las montañas enteras del país. Para mi, si es incendiario o pirómano es lo de menos, están acabando con la vegetación, en pleno junio si ya pasa esto, ¿qué sucederá el resto del verano?

¿Cómo sospechamos que ese chico o chica, señor o señora, haciendo ruta de senderismo, que vemos ahí en la lejanía, en realidad quiere divertirse de otra forma? ¿Cómo inventarnos un plan de contingencia y lograr evitar estos eventos antiecológicos? Y catastróficos? Me quedan estas dudas por resolver.

Después de todos estos cuestionamientos y recordar el DSM IV y como lo manipulan los abogados, y además sentir que estaba siendo cómplice del incendio forestal en Ourense, entrando ya a la ciudad, me dio un gran alivio ver como salían de ella, hacia los montes, los bomberos y protección civil para acabar con el fuego provocado. Luego cruzando el puente, sobre el río, vi un maravilloso show de pirotecnia, que festejaba la finalización de las fiestas ourensanas. Que paradójico, esta vez el fuego se hacía en el cielo de forma profesional y legal, además entretenía a toda la ciudad, será que los que trabajan en fuegos artificiales son pirómanos sublimados? Ya eso se lo dejo a Freud que en paz descanse, suficiente con el recetario DSM IV y los pastilliatras. Las fotos que he puesto las logré sacar ayer sobre el río miño. ¡que viva el fuego, pero el que llevamos dentro!

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